sábado, 25 de octubre de 2014

GRAN LOGIA DE DISTRITO DE MAESTROS MASONES DE MARCA DE ESPAÑA


Dudo que nadie ponga en duda la conclusión de que los masones operativos “marcaban” las piedras preparadas por ellos. Del mismo modo, creo que es necesario especificar que existían dos tipos de marcas: una para identificar la posición y orientación del sillar dentro del conjunto, y otro que denotaba la autoría del obrero que entregaba la piedra.

A diferencia de en otros oficios medievales, el cantero era un hombre libre. No estaba atado a ningún señor ni obispo, y su empleo era realmente a destajo. Cada uno tenía su propia marca, que labraba en toda piedra que trabajaba con el fin de asegurar la paga. Pueden encontrarse muchas marcas distintivas en las catedrales y castillos de todo el mundo moderno occidental.

Aunque la Francmasonería ha estado asociada a los canteros, las ceremonias de la Masonería Simbólica hacen escasas referencias al trabajo de la piedra. El Grado de Marca está implícitamente relacionado con el trabajo y la construcción en piedra. Deriva su nombre de la “marca” de los canteros medievales (ilustración de arriba a la derecha).

Hacia el Siglo XIV, la construcción había alcanzado una envergadura que requería que la actividad fuese regulada en sus hábitos y prácticas. El primer cuerpo regulador fue la Compañía de Masones, fundada en Londres poco antes de 1375, y que posteriormente fue conocida como Compañía de Masones de Londres. Le fue concedido escudo de armas en 1472. Este escudo fue posteriormente adoptado por la primera Gran Logia poco después de su fundación en 1717, y todavía forma la mitad del de la actual Gran Logia Unida de Inglaterra.

Los primeros registros de trabajo en una Logia de Marca especulativa son los del Capítulo de Arco Real nº 257 en Portsmouth, el 1 de septiembre de 1769, fecha en que varios Hermanos fueron avanzados a Masones de Marca y Maestros de Marca. Todo parece apuntar a que el Grado de Masón de Marca era conferido a Compañeros, mientras el que Maestro de Marca lo era a Maestros Masones.
El ritual del Grado de Marca es un fuerte nexo entre la Masonería operativa (los canteros) y la Masonería especulativa. Los Libros de Actas de la Masonería operativa escocesa, así como otros documentos que han perdurado, muestran numerosas “marcas”, que habría resultado familiares para los primeros Masones especulativos. Existen registros de que una modalidad del Grado de Marca era practicada en una fecha tan temprana como 1599.

El ritual de Marca emplea el simbolismo de la Clave de un arco de piedra para impartir una lección moral. La Joya del Grado de Marca tiene forma de piedra angular.

El Ritual de la Marca
¿Por qué resulta el Grado de Marca tan importante en la Masonería? En ocasiones se dice que es una extensión del Segundo Grado. Pero esta simple afirmación ignora que la ceremonia de admisión, denominada Avance, va más allá del contenido del Tercer Grado. La actual ceremonia se deriva de la práctica inicial de conferir el Grado de Masón de Marca a los Compañeros y el Grado de Maestro de Marca a los Maestros Masones.

La ceremonia de Avance está basada en los preparativos para la construcción del Templo del Rey Salomón, y narra el destino de un obrero ambicioso (el Candidato) que busca la promoción en su actividad demostrando habilidad y destreza. En la primera parte de la ceremonia su talento es ignorado, y sus esperanzas se desvanecen, pero finalmente triunfa sobre la adversidad y es recompensado con justicia por su trabajo. Se trata de una hermosa ceremonia que contiene elementos de drama y humor, pero ante todo, fuertes lecciones morales. El concepto del Masón como «piedra viviente», que se construye como una casa espiritual de forma paralela a la construcción del Templo, es un significativo tema del Grado.

Adicionalmente, el Grado de Marca permite al Masón apreciar de forma más completa la estructura y belleza de la Masonería tal y como es revelada en el Grado del Arco Real.

¿Por qué debería un Masón hacerse Masón de Marca?
Podrían esgrimirse muchas razones, algunas de las cuales ya han sido mencionadas, pero hay tres especialmente significativas. En primer lugar, aumente considerablemente la comprensión de la Masonería. En segundo lugar, imparte de una manera deliciosa muchas lecciones importantes acerca de la vida. En tercer lugar, proporciona una mejor apreciación del Arco Real, así como la cualificación que da acceso a otras órdenes de la Masonería.

La primera razón: hay muchos términos y frases, incluso personajes bíblicos, que aparecen en la Masonería Simbólica pero que siguen siendo un misterio para muchos Hermanos. Por ejemplo, ¿qué quiere decir el Primer Vigilante, durante el cierre de la Logia, con la expresión «tras asegurarse de que cada Hermano ha recibido lo que le corresponde»? Esta es una de las peculiaridades de la Masonería Simbólica que queda mejor explicada en la Marca.

La segunda razón: la Marca no es únicamente un verdadero grado masónico sino que además enseña valiosas lecciones sobre la vida, como por ejemplo que la estudiosa aplicación de la destreza y la ingenuidad, que conduce a una habilidad maestra, es finalmente recompensada aunque al principio no sea comprendida o apreciada por los demás. Todos tenemos diferentes habilidades y contribuciones que ofrecer. Para ser aceptados debemos ser siempre honestos y dar lo mejor de nosotros mismos, pues el impostor siempre será descubierto y recibirá su debido castigo. No podemos juzgar adecuadamente a los demás salvo que seamos lo suficientemente competentes y ejercitemos la humildad en el proceso. Todos debemos aceptar la responsabilidad por las tareas que hemos aceptado llevar a cabo, sin culpar a otros de nuestras propias deficiencias.

Tales son las lecciones que el Masón aprende, por medio de un proceso dramatizado, en la ceremonia. Por supuesto, debe aplicarlas, pero no en la tarea de construir simbólicamente el Templo, sino en el modo en que se conduce por la vida.

Fuente: http://districtmarkspain.com/

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