Menorca fue decisiva en el impulso de la masonería en España. En los periodos de presencia inglesa en la isla se crearon hasta siete logias militares .
En el siglo XIX, ya con los británicos fuera de la isla, se reinicia la masonería en Menorca. Los masones de Es Castell, Maó y Ciutadella, con alguna ramificación en Sant Lluis,fueron una fuerza dinamizadora de la sociedad con la creación de cooperativas o incluso de un banco masónico. Se llegaron a constituir 12 logias en Menorca con casi 900 miembros registrados, lo que convirtió a la isla en una potencia masónica entre 1860 y 1922. En dos de estas logias hubo mujeres.
En este contexto y teniendo en cuenta todo lo vivido en la isla durante la Guerra Civil y la posguerra, queremos reivindicar nuestra presencia en la sociedad y explicar a los menorquines lo que hemos sido y lo que pretendemos ser: unos pacíficos ciudadanos que desean aportar su valores de tolerancia, trascendencia y libertad en momentos de cambio y complicados en los que la espiritualidad parece que ha quedado relegada frente a lo material.
Hablar sobre la sociedad franquista sin rencores con un testigo de la época; hablar sobre la espiritualidad y religiosidad; hablar sobre la historia de tantos familiares masones que las familias han tenido; hablar sobre los derechos fundamentales como el de la información...
Este diálogo no es para la masonería sino desde la masonería para retomar la memoria de nuestros antepasados masones, vuestros familiares de la isla y recuperar ese línea intelectual de ilustración y cultura para todos.
V.M. Adolfo Alonso Carvajal.
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