viernes, 16 de abril de 2010

MASONERÍA Y POLÍTICA


Nuestra sociedad está sometida a un sin fin de fuerzas cambiantes. A las tensiones propias de la política interna se le unen las procedentes de las relaciones internacionales.....



Decir que España está pasando por un momento delicado no supone ningún descubrimiento. La crisis económica, la creciente desconfianza de la ciudadanía en sus dirigentes, la multiplicidad de casos de corrupción, la crisis de valores, el terrorismo, entre otras situaciones, copan las preocupaciones de los ciudadanos.
¿Tiene algo que decir la Masonería de todo esto? ¿Debe la Masonería hacer oír su voz, su opinión sobre temas tan medulares de la actualidad
Es probable que sí, pero lo que sorprende es que – salvo que quien escribe esto no tenga conocimiento de ello – no hay foros o publicaciones en las que podamos conocer un posicionamiento claro de la Masonería, se la llame Gran Logia de España, Simbólica, Supremo Consejo, etc., sobre, por ejemplo, la corrupción política. Tal vez los masones nos hemos vuelto tan “discretos” que ni nos atrevemos a molestar al Gobierno y las clases dirigentes. Quizá nos gusta llevarnos tan bien con el Poder que hemos olvidado nuestro importante papel en la Historia a la hora de luchar – verbal o físicamente – contra lo que hemos considerado injusto.
La Masonería se complace hoy en ser como un club de campo en donde sus socios lucen sus respectivas jerarquías y en donde las únicas “bofetadas” que se escuchan provienen únicamente de las peleas entre hermanos.
Es verdad que la Historia nos ha enseñado que los gobiernos despóticos no nos han tenido demasiado aprecio y que hemos tenido que desarrollar estrategias para sobrevivir allí donde no se nos quería. Pero en la España de hoy esa actitud de supervivencia ya no es necesaria. Sin embargo, sigue siendo necesario el espíritu masónico que siempre ha denunciado la injusticia allí donde se producía.
Tantos años y tanta historia de lucha para que, al final, sólo nos hayamos bastado a nosotros mismos para domesticarnos. ¿Tendrá esto en cuenta el nuevo Gran Maestro, o seguirá fomentando unas Logias y una Masonería enamoradas del baile de grados y más ajenas cada día a la sociedad en la que viven?
Itemu

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